"No me arrepiento de nada. Me he equivocado y muchas veces soy cabra chica. Me costó mucho madurar, porque me faltó la familia. Era muy rebelde, pero hoy creo que lo importantes es escuchar. Los abuelos no son viejitos porque no cachan nada, al contrario, valoro mucho las experiencias de los que han vivido más", contó Denisse en 2003